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viernes, 8 de diciembre de 2017

Construcciones extraterrestres sobre la Luna

Construcciones extraterrestres sobre la Luna



¿Hay construcciones extraterrestres sobre la Luna?: Podría decirse que sí, guiándonos por los acontecimientos ocurridos a muchos astronautas rusos y americanos. Hay demasiadas casualidades que nunca deberíamos obviar, por ejemplo la sincronicidad rotación-traslación de la Luna respecto a la Tierra, un hecho que presenta al satélite “natural” de la Tierra siempre con la misma cara… tal vez porque de ese modo, la cara oculta de la Luna sea un lugar perfecto para construir bases extraterrestres y evitando de este modo, que mediante telescopios, fuese posible observar esas edificaciones no humanas de forma directa desde la Tierra.




Algunos científicos dan pequeños pasos, insinuando tímidamente que el astro más cercano a la Tierra, aquel que tanta fascinación ha ejercido sobre los seres humanos desde tiempos remotos, sea de origen artificial… Y tal vez pueda parecer una teoría descabellada… como dirían los científicos adoctrinados; sin embargo, civilizaciones extraterrestres millones de años más desarrolladas que los humanos han de tener en sus manos tecnología que se nos presentaría ante nuestros ojos como mágica.

Por ejemplo, en Internet circula un documento relacionado con los habitantes de Alfa Centauro A que dice lo siguiente:

“Procedencia y características: Las dos razas extraterrestres tienen sus orígenes en el Sistema planetario de Alfa Centauro A, a casi 4.3 años luz y que es una estrella muy similar a nuestro sol, se les conoce una colonia en Tau Ceti a 11,5 años luz. La primera es una especie casi idéntica al ser humano y habita en tres de los seis planetas de su sistema. Su nivel tecnológico le ha permitido situar a los astros en una misma órbita, permitiendo así su colonización gracias a las óptimas condiciones.”

(Transcripción completa sobre los habitantes de Alfa Centauro A en : http://elmensajedeotrosmundos.blogspot.com.es/2012/10/transcripcion-documento-habitantes-de.html )

La Luna cumple una función decisiva para el mantenimiento de la vida sobre el planeta azul, digamos que “modula” la rotación de la Tierra mediante la atracción gravitatoria sobre nuestro planeta; y ello viene dado ya que básicamente “atrae la masa liquida de nuestros océanos” al igual que lo hace el Sol. Entonces podría decirse, que de no existir la Luna, la única atracción gravitatoria del Sol crearía “mareas vivas” en una sola dirección vectorial y tal vez, intuyo, las inteligencias extraterrestres previeron en su momento que podría producirse "todo tipo de oscilaciones desequilibrantes en nuestro planeta" y que ello no ayudaría precisamente  “al desarrollo adecuado para evolución de la vida”, en otras palabras, era necesario dotar a la Tierra de un "satélite natural".




Según una revista soviética, la sonda Lunar Orbiter 2 fue lanzada por los norteamericanos el 6 de noviembre 1962 con el fin de fotografiar zonas de la Luna, donde posteriormente alunizarían las sondas Surveyor y las misiones tripuladas Apolo (Neil Armstrong descendió del modulo lunar Eagle y piso por primera vez la Luna el 20 de julio de 1969 en el Mar de la Tranquilidad, quien dijo la famosa frase de "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad"); dicha sonda norteamericana habría fotografiado dos filas alineadas de obeliscos y que la prensa comparó con las Agujas de Cleopatra*. Sin duda, aquello evidentemente no tenía un origen natural, pero como sucede en estos casos, se silenció rápidamente.


Aguja de Cleopatra en el Central Park, Nueva York
*(Las Agujas de Cleopatra (Cleopatra's Needle) es el nombre anglosajón de una pareja de obeliscos ordenados esculpir por el faraón Tutmosis III en el siglo XV a. C. Inicialmente se erigieron en la antigua ciudad de Iunu, la “Heliópolis” de Egipto. Posteriormente fueron trasladados a Alejandría, por deseo de César Augusto. En el siglo XIX fueron trasportados a Londres y Nueva York respectivamente.
La palabra “obelisco” proviene del término griego obeliskos, que es diminutivo de obelos y significa “aguja”, pero, a pesar de su nombre, las Agujas de Cleopatra (Cleopatra's Needle) no tienen relación con la reina gobernante de Egipto Cleopatra. FUENTE: Wikipedia.)

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Del libro La eterna cuestión: OVNIS, de Brinsley Le Poer Trench

EL MISTERIO DE LA LUNA

Fuimos muchos los que nos sentimos subyugados ante aquel magnífico filme titulado2001: una odisea del espacio, realizado por Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke. Quienes lo hayan visto recordarán aquel monolito cristalino que surgía misteriosamente en la Luna y otros planetas en el curso de la película.
Aquella imagen revivió en el recuerdo al aparecer la siguiente noticia en el Daily Telegraph del 10 de julio de 1970:

«El misterio de las torres lunares, por nuestros corresponsales en Nueva York
Ayer se dio la noticia de que las fotografías de la superficie de la Luna revelan la presencia de objetos que parecen haber sido colocados donde se encuentran por manos de seres inteligentes.»Según se dice, las fotografías tomadas hace cuatro años por las naves espaciales Lunar-9, de Rusia, y Orbiter-2, de los Estados Unidos, revelaron unas misteriosas torres lunares.


Obeliscos sobre la Luna. (la proyección de sus sombras son determinantes).

Estas manifestaciones aparecieron en la revista Argosy, que decía que las naves espaciales rusa y americana habían fotografiado grupos de objetos sólidos ubicados en dos lugares muy distantes entre sí.
“Estos dos grupos de objetos están dispuestos según un esquema geométrico concreto y parecen haber sido colocados de esta manera por seres inteligentes.”
Las fotografías tomadas por el Orbiter-2 mostraban lo que parecían las sombras de ocho torrecillas puntiagudas, de forma parecida a la llamada Aguja de Cleopatra.

Mrs. Judith M. Magee, en sus escritos publicados en Australian Flying Saucer Reviewacerca de estas misteriosas torretas, manifiesta que el ingeniero espacial soviético Abramov ha llevado a cabo un «análisis geométrico extremadamente sorprendente de la disposición de tales objetos, los cuales obedecen a un esquema conocido en el antiguo Egipto con el nombre de abaka. Declaraba que los centros de las torretas del abaka lunar tienen precisamente una disposición exacta a los ápices de las tres grandes pirámides».

De hecho, en el curso de los últimos años, muchos astrónomos aficionados han venido observando multitud de objetos móviles y estáticos, así como luces, en la superficie lunar. Se habló, por ejemplo, del controvertido «puente de la luna», observado primeramente por el difunto John J. O'Neill, antiguo editor científico del New York Herald Tribune.
A través de su telescopio vio un gigantesco puente que se hallaba tendido sobre el Mare Crisium. Este hecho ocurría en julio de 1953. Astrónomos de todo el mundo se burlaron de su afirmación. Un mes más tarde, el difunto doctor H. P. Wilkins, conocido especialista británico en todo lo relacionado con la Luna, confirmaba que había contemplado aquel puente, si bien éste no tenía la magnitud que O'Neill le atribuía. Lo extraordinario del caso del puente de la Luna es que, pese a que los astrónomos habían estado observando por espacio de años aquel punto en cuestión, nadie lo detectara hasta entonces.


Construcciones sobre la Luna 1 de 3




Construcciones sobre la Luna 2 de 3




Construcciones sobre la Luna 3 de 3


No obstante, ahora se nos dice que el puente ya no está en su sitio.
Posiblemente no todo el mundo sepa que nuestros astronautas observan continuamente la presencia de OVNIS en sus excursiones por el espacio. Es cosa que viene produciéndose desde hace años.
El comandante Robert White se apuntó un récord de altitud al subir con un avión cohete US X-15 hasta 314.750 pies con fecha 17 de julio de 1962. Según la revista Times, el comandante White de pronto comenzó a vociferar a través de su aparato de radio mediante el cual establecía contacto con la Tierra: « ¡Aquí arriba hay cosas!» Un gran objeto había pasado volando junto a su aparato a 3.800 millas por hora. Después lo rebasó y desapareció ante él.

Cuando el astronauta Gordon Cooper realizaba su decimoquinto vuelo orbital alrededor de la Tierra el 16 de mayo de 1963, informó al control de tierra cuando pasaba volando sobre Australia de que un objeto brillante de color verde se aproximaba a su nave espacial. Los de tierra pudieron apreciar igualmente dicho objeto.
En una obra anterior pasábamos revista a los OVNIS observados por los astronautas y nos demorábamos un tanto sobre el tema, pero ahora vale la pena reconsiderar este dato. Según un artículo de la revista Saga, el doctor Garry Henderson, destacado científico dedicado a la investigación espacial en el campo de la Dinámica General, declaraba que todos los astronautas americanos han visto OVNIS, si bien se les ha rogado que no hablen de la cuestión a nadie.


Estructuras en la Luna, del programa de TVE Al otro lado, 1975
(Hacer doble clic en vídeo)


(Hacer doble clic en vídeo)



Ruinas en la Luna Alan Davis 27 04 2008





Ruinas en la Luna

Tal vez el gran público no lo advierta, pero se puede censurar la transmisión de las conversaciones sostenidas con los astronautas por el control de tierra mediante el sistema de la cinta diferida, que concede un lapso de dos o tres minutos entre la transmisión en el Control de la Misión, de Houston, y la continuidad de la emisión en las casas particulares.

De hecho, los radioaficionados -o los «radio hams», que es como se les conoce popularmente-operan a diferentes frecuencias y, por tanto, captan a veces estos fragmentos de diálogo censurados.
Relacionado con esto, circula una historia referente al equipo del Apolo 11. Parece que Neil Armstrong y Buzz Aldrin observaron algo muy espectacular en la Luna y que su Conversación sostenida acerca del hecho fue eliminada de la emisión directa por medio de la técnica de la cinta diferida que acabamos de mencionar, si bien hubo algunos radioaficionados que captaron el citado fragmento de diálogo. Es muy posible que ocurriera tal cosa dados los hechos comprobados que ya hemos expuesto; quizá, si alguno de estos aficionados oyó algo interesante al respecto, querrá informarme del hecho.
Con todo, parece que hubo OVNIS que acompañaron al Apolo 12 durante una parte de su viaje a la Luna.

OVNI y Apolo XVI

He aquí una cita procedente de la revista Saga:
«La noche del viernes 14 de noviembre de 1969, los observatorios de toda Europa contemplaron dos luces destellantes muy intensas, no identificadas, en las proximidades del rumbo seguido por el Apolo 12, el cual situaría el segundo equipo de astronautas americanos en la Luna.
»Con ayuda de potentes telescopios, pudo observarse que un objeto seguía la nave espacial en tanto otro parecía desplazarse delante de él. Ambos objetos lanzaban rápidos destellos. El sábado, 15 de noviembre, nuestros tres astronautas, Pete Conrad, Dick Gordony Allan Bean, informaron al Control de la Misión, de Houston, haber detectado efectivamente dos fantasmas a 132.000 millas de distancia. ¿Por qué no nos cuenta la NASA toda la historia de este misterioso encuentro del Apolo 12 con unos platillos volantes?».

Un hecho que nos tranquiliza es que, a pesar de que haya tantos astronautas que han visto OVNIS en el espacio, ninguno ha informado de que se hubieran producido incidentes hostiles con ellos

Aunque los Estados Unidos hayan hecho aterrizar en la Luna a varios equipos de astronautas y los hayan hecho retornar sanos y salvos, queda todavía mucho por saber. Siguen en pie muchos interrogantes que esperan contestación. ¿Por qué la NASA no revela el gran número de OVNIS vistos por los astronautas? ¿Es que los OVNIS utilizan la Luna como base de operaciones?

¿Qué son estas enigmáticas «cúpulas lunares»? Fueron detectadas por vez primera hace casi cuarenta años. En 1960 se contaron más de doscientas en la superficie de la Luna. Pero lo más extraño es que se observó que se trasladaban de un lado a otro de la superficie lunar.
Tanto el doctor Walter Riedel, antiguo director de la Base Peenemunde, de Alemania, como el astrónomo americano doctor Carl Sagan, expresaron hace unos años su opinión de que los ocupantes de los OVNIS se servían de la Luna como base desde la cual poder observar la Tierra.

Se supone que la capa atmosférica que envuelve la Luna es muy delgada, pero no es imposible que una raza más avanzada que la nuestra haya creado instalaciones subterráneas y una forma de vida, colocando unos sistemas de aireación que compensen la falta de oxígeno. Es una idea curiosa, pero hace unos cuantos centenares de años también lo hubiera sido la televisión en color, e radar y nuestros mismos vehículos espaciales.
Un día, sin embargo, sabremos la verdad. De todos modos, de lo que ahora podemos estar ciertos es de que la verdad nos es negada.

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Del libro La ciencia Antigua y el misterio de la Luna, de Chistopher Knight y Alan Butler.

«HOUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA»

Las tripulaciones de las dos primeras de misiones Apolo alunizaron en la suave superficie de algún «mar», las llanuras de lava que para los parámetros lunares son relativamente jóvenes. Allí, la NASA se propuso visitar un lugar donde pudiera estudiar las partes más antiguas de la Luna, es decir, sus accidentadas colinas. A pesar de que la NASA no estaba preparada para acometer el alunizaje de un módulo lunar (LM) en un terreno rocoso y escarpado, la comisión encargada de la elección del lugar estaba muy interesada en un lugar llamado «las colinas de Fra Mauro», en medio del océano de las Tormentas, que parecía ser un sector bastante llano de las anfractuosidades lunares. El comandante Jim Lovell, junto con Jack Swigert y Fred Haise, fueron seleccionados para tripular la nave espacial Apolo 13 en cumplimiento de la misión Fra Mauro. El lanzamiento, realizado el11 de abril de 1970, tuvo éxito y disipó así los peores temores de quienes estaban preocupados por una misión cuyo nombre incluía el nefasto número trece.



Entonces, 55 horas y 55 minutos después del despegue (y ya en el día también decimotercero del mes), los tres astronautas oyeron y sintieron lo que describieron como «una explosión bastante fuerte » en la nave espacial. Tanto su tripulación como los controladores en tierra hicieron un rápido examen de la integridad de la nave y comprobaron que dos de las tres células de combustible del módulo de servicio estaban estropeadas. Nadie sabía exactamente qué había funcionado mal, pero no había ninguna duda de que la tripulación corría serio peligro.
Para sobrevivir durante los cuatro días que duraría el viaje alrededor de la Luna y el de regreso a la Tierra, los astronautas necesitaban una cantidad suficiente de energía, oxígeno y agua, y temieron que la provisión de esos elementos vitales fuera insuficiente en tales circunstancias. Con un funcionamiento normal, el oxígeno y el hidrógeno se mezclaban en los depósitos de combustible para producir electricidad, pero los tanques de oxígeno y de agua estaban perdiendo presión con tanta rapidez que incluso el depósito de combustible que todavía estaba en servicio no duraría mucho tiempo. Además de la penuria en la provisión de esos elementos básicos, la ausencia de potencia en el módulo de mando significaba que para eliminar el dióxido de carbono de la cabina los astronautas tendrían que depender del sistema de control ambiental del módulo lunar. Aparte de estos males, el motor principal había perdido el suministro de energía.

Sin embargo, tanto la tripulación como el personal de tierra se dieron cuenta de lo afortunados que habían sido. Aunque la situación era desesperada, el accidente había ocurrido en una de las primeras fases de la misión, así que los astronautas todavía contaban con el módulo lunar completamente equipado y provisto. Este módulo tenía un motor que podía emplearse para enviar a la tripulación en el camino de vuelta y transportaba agua, oxígeno y energía suficiente para los cuatro días que necesitaban para volar alrededor de la Luna y volver a casa. Mientras la nave dañada hacía su giro por detrás de la Luna, a 262 kilómetros de altura, se perdió el contacto desde la Tierra hasta que reapareció por el otro lado y volvió a ser captada por las estaciones terrestres de rastreo.

Tercer tramo del Saturno V
Entonces, se escucharon las siguientes palabras: «Lo que se ve ahí fuera es fantástico… Podéis ver por dónde estamos pasando». A las 8.09 de la tarde, hora estándar del este en Estados Unidos, la Apolo 13 tomó el camino de regreso a casa, y enviaron el tercer tramo del cohete de despegue Saturno V, que pesaba quince toneladas, para que se estrellase contra la Luna. Como se había previsto, golpeó la superficie lunar con una fuerza equivalente a 11,5 toneladas de TNT. El punto de impacto estaba a 136 kilómetros al oeste-noroeste del lugar donde la Apolo 12 había dejado un sismógrafo.
Los informes de la NASA relatan la reacción de los científicos en la Tierra cuando el Saturno V impactó contra la superficie lunar: «La Luna sonó como si fuera una campana».

En noviembre de 1969, la tripulación de la nave Apolo 12 había enviado su módulo lunar para que se estrellara contra la Luna después de su regreso al módulo de mando una vez completada la misión de alunizaje. El módulo lunar había golpeado con una fuerza equivalente a una tonelada de TNT provocando unas ondas de choque que alcanzaron su pico en ocho minutos y duraron casi una hora. Las señales sísmicas producidas por el impacto del cohete de la Apolo 13 fueron de veinte a treinta veces más intensas y duraron cuatro veces más que en la experiencia anterior con el módulo lunar. Esta vez, el pico de intensidad fue a los siete minutos y las reverberaciones se prolongaron durante tres horas y veinte minutos, llegando hasta cuarenta kilómetros de profundidad. La conclusión extraída de esta experiencia fue que la Luna tiene un núcleo insólitamente ligero o que carece por completo de núcleo.

En el momento del impacto, Houston comentó a la tripulación de la Apolo 13: «Por cierto, Acuario, ahora vemos el resultado que nos muestra el sismógrafo de la 12. Parece que vuestro cohete acaba de golpear la Luna y se está tambaleando un poco».

Informes de la NASA dicen que los datos obtenidos a partir de los dos seísmos lunares conducen a la reconsideración de las teorías propuestas acerca del interior de la Luna. Entre los rasgos misteriosos, dice la NASA, están la rapidez con que se llegó a un pico y las prolongadas reverberaciones, algo nada comparable con lo que ocurre cuando algún objeto impacta contra la Tierra.

Cuando hace algunos años Chris estuvo en Seattle, tuvo un encuentro con Ken Johnston, que había trabajado para Brown-Root y Northrop, un consorcio formado por Brown-Root Corporation y Northrop Corporation encargado del Laboratorio de Recepción Lunar. El consorcio fue uno de los principales contratistas de la NASA en la época de las misiones Apolo, y Ken era supervisor en el departamento de control de datos y fotografías. Ken le contó a Chris que en el momento del impacto provocado por la Apolo 13 al enviar su cohete de lanzamiento contra la Luna, los científicos no sólo habían dicho que la Luna sonaba como una campana, también habían descrito la forma en que toda la masa lunar había «temblado» de un modo preciso, casi como si en su interior hubiese habido un gigantesco amortiguador hidráulico».

Este efecto campana hizo que muchos recuperaran la especulación que había estado en danza durante varios años, la idea de que la Luna quizá fuera hueca. Ya en 1962, el doctor Gordon McDonald, un científico de primera línea de la NASA, publicó un informe en Astronautics Magazine en el que declaraba que el análisis de los movimientos lunares indicaba que la Luna era hueca.

El doctor Sean C. Solomon, que fue profesor de geofísica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y ahora es director del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie de Washington, así como investigador jefe por el Carnegie como miembro del Instituto de Astrobiología de la NASA, afirma: «Los experimentos orbitales lunares han mejorado enormemente nuestro conocimiento sobre el campo gravitatorio de la Luna .., indicando la aterradora posibilidad de que nuestro satélite sea hueco» .

Primera imagen de la Tierra desde la Luna. Tomada por la sonda Lunar Orbiter 1 el 23 de agosto de 1966

¿Por qué tendría ser aterradora esta posibilidad?
Carl Sagan, profesor de astronomía y ciencias espaciales y director del Laboratorio de Estudios Planetarios de la Universidad Cornell, mientras analizaba las lunas de Marte, insinuó la respuesta a esta pregunta cuando dijo: «Se entiende perfectamente que un satélite natural no puede ser un objeto hueco».

Por consiguiente, el problema es sencillo: si la Luna es hueca, alguien o algo la fabricó. Pero el debate continúa.

Un equipo de la Universidad de Arizona, con sede en Tucson, ha informado en detalle de los resultados obtenidos con su interpretación de los datos provenientes del magnetómetro de la sonda Lunar Prospector. El equipo estima que la Luna tiene un pequeño núcleo metálico que mide unos seiscientos ochenta kilómetros de diámetro, con un margen de error de ciento ochenta kilómetros aproximadamente. El jefe del equipo, Lon Hood, dijo: «Sabíamos que el núcleo de la Luna era pequeño, pero no que era tan pequeño. En realidad, esto refuerza la idea de que el origen de la Luna es especial, nada parecido al de cualquier otro cuerpo celeste como la Tierra, Venus, Marte o Mercurio».
Así que es posible que el centro de la Luna sea hueco o que su núcleo sea muy pequeño.


También cabe la posibilidad de que la Luna tenga vacíos en su composición, de la misma manera que tiene zonas superdensas que llamamos mascones. En cualquier caso, la estructura lunar es absolutamente insólita.

El principal argumento que contradice la noción de una Luna hueca, repetido una y otra vez, era que no había una teoría sobre sus orígenes que pudiera explicar tal circunstancia. El argumento dice: «Dado que no podemos explicar cómo se puede formar un satélite cuyo centro sea hueco, es imposible que exista uno así...quod erat demostrandum ».

Este punto de vista es suficientemente válido... si uno acepta la premisa que lo fundamenta, que la Luna es una obra de la naturaleza. ¿Y quién no haría esa suposición?

Pero como nosotros dejamos a un lado todas las ideas preconcebidas sobre lo que puede ser ylo que no puede ser, tenemos que aceptar que los cuerpos sólidos no suenan como una campana... pero los huecos, sí.
Hueca o no, decidimos observar más a fondo la mecánica de la Luna.



El hombre que vió estructuras en la Luna (Canal Ufopolis, de Vicente Fuentes)



Impresionantes Estructuras Artificiales en la Luna (Canal Mundo Desconocido)




Misteriosas Ruinas Artificiales en la Luna (Canal Mundo Desconocido)





Nuevas Anomalías en la Luna (Canal Mundo Desconocido)



El hombre que vio una Base Lunar Extraterrestre. (Canal Mundo Desconocido)